Una historia con salero :)

  • 3 agosto 2016

El otro día leí una historia en Facebook que me encantó. Estaba en inglés así que he decidido traducirla y compartirla con todos vosotros porque es de las que merece la pena leer de vez en cuando.

Erase una vez… un maestro hindú tenía un alumno muy muy negativo. Solo se centraba en lo que iba mal y era incapaz de ver las cosas buenas que le pasaban. Cansado de tanta negatividad, el maestro decidió compartir con él un pequeño ejercicio.

Cogió una cucharada de sal y la echó en un vaso de agua. Lo removió todo bien y le pidió al alumno que la probara. Le preguntó a qué sabía, y lógicamente el alumno respondió que sabía muy mal. Se fueron de paseo y al llegar a un lago, el maestro cogío la misma cucharada de sal y la echó en el lago. Removió un poco las aguas en la orilla, y le pidió al alumno que probara el agua otra vez. El alumno contestó que sabía a agua normal, a lo que el maestro contestó:

la sal es como los problemas que tenemos en el día a día. No cambian, y siempre habrá algo de lo que quejarse. El agua representa todo lo que va bien en nuestra vida y la capacidad que tenemos de verlo y agradecerlo. Los mismos problemas, cuando conseguimos centrarnos en todo lo que va bien, parecen más pequeños y se diluyen con facilidad. Ese es nuestro trabajo del día a día: ser capaz de centrarnos en lo que sí va bien y aumentar nuestra gratitud. De esa manera, a pesar de los problemas que nos surgen a todos cada día, conseguiremos vivir más felices, sin dejar que los problemas nos afecten tanto.

¿Qué os ha parecido la historia? Para mí desde luego fue una sorpresa y ha sido un precioso recordatorio sobre la importancia de la gratitud y de contar y de centrarnos en lo que sí va bien.

Una vez más, creo que el mayor objetivo de la vida es ser conscientes de lo que sí va bien y observar los problemas sin dejar que sentimientos como odio, miedo, inseguridad  o dudas nos limiten y determinen el día que llevamos. Es un trabajo diario. La mente aprende por repetición, y desgraciadamente la mayoría de nosotros tenemos años de entrenamiento de centrarnos en los problemas, creyendo incorrectamente que pensar en ellos nos va a ayudar a solucionarlos antes. Poco a poco, día tras día, y haciendo el esfuerzo de centrarnos en lo que sí va bien, entrenaremos nuestra mente para ver todo aquello que merece la pena. Como consecuencia nos sentiremos mejor, más positivos y sobre todo, mucho más resolutivos, lo que aumentará claramente las oportunidades y posibilidades que tenemos de solucionar lo que pasa.

Vuelvo a compartir con todos vosotros un blog que escribí hace tiempo sobre la gratitud, y el reto que empezamos unos cuantos. Empecé un grupo de WhatsApp en el que una serie de personas nos comprometíamos a escribir cada día tres cosas por las que sentimos gratitud. Tres razones distintas cada día. Nadie contesta a nadie, ni se generan largas conversaciones. Simplemente usamos el grupo para crear ese espacio de gratitud y recordarnos unos a otros que tenemos que hacerlo. Para mí está siendo una experiencia preciosa y resulta muchísimo más fácil compartirlo con los demás, me facilita la tarea de mantener esa disciplina y al leer las razones de los demás, sin duda, me recuerda cosas buenas en mi vida en las que ni siquiera había reparado.

Aquí tenéis el link del post sobre este reto y una pequeña parte del texto…

¿Sabías que si todas las mañanas te comprometieras a escribir 3 cosas por las que sientes gratitud, en 21 días tu cerebro, ante cualquier situación, estará programado para buscar el lado bueno en cualquier situación?

¿Qué os parece si entre todos nos comprometemos con este pequeño reto?

Una vez más os invito a todos vosotros a participar. A los que lleváis desde Noviembre haciéndolo, ¡enhorabuena! No tengo ni duda de que resulta mucho más fácil pensar en lo bueno después de todos estos meses.

Si estáis interesados en participar, mandadme un email a:

info@echevestequiropractica.com o anaysuscosas@gmail.com y os añadiré al grupo.

Un abrazo y gracias a todos por seguirme. Sin duda, me ayudáis cada día y me resulta mucho más fácil ver la suerte que tengo, a pesar de los tiempos revueltos 🙂

 

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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