Todo el mundo tiene días malos…

  • 30 junio 2015

Hoy tengo una confesión por hacer 🙂 Estaba preparando un blog un poco distinto porque quería compartir con vosotros un pedazo fin de semana que he tenido rodeada de gente muy especial… os prometo que os lo contare…

Hoy toca abrir mi corazón, mostrarme vulnerable y sacar lo que llevo dentro… espero de corazón que esto os valga algún día 🙂

Hoy es un día duro para mí. A veces tendemos a valorar la vida de los demás desde fuera, (¿cómo podríamos hacerlo desde dentro?) y nos da la sensación de que todo les va bien, que no tienen problemas ni preocupaciones y que tienen la mayor suerte del mundo… La verdad es que considero que mucha suerte si que tengo, pero como todo, tengo mis días malos, preocupaciones y problemas…

Como paso mucha parte de mi vida ayudando a los demás, es posible que os de la sensación de que ya lo tengo casi todo resuelto y que todo es ¡baile y alegría!

Pues no, nada más alejado de la realidad 🙂 como todas las personas de este mundo, tengo mis días malos y días en los que no entiendo nada de lo que pasa, y días en los que el miedo parece que me puede… Hoy es uno de esos días.

Es posible que muchos de vosotros no lo sepáis, pero a los 14 años tuve mi primer ataque epilético. Desde entonces han pasado ya muchos años y yo he cambiado muchísimo… hasta tal punto que decidí dejar de identificarme con ese problema y poner todos los medios que pudiera para curarme como ya se que se cura uno y siempre comparto con vosotros: desde dentro hacia afuera… Algún día os cuento la historia entera, pero resumiendo, decidí dar a mi cuerpo todo lo que necesitaba para que, poquito a poco, pudiera ir quitándome la medicación que llevo 20 años tomando.

El pasado diciembre, después de 6 años sin ninguna crisis (las mías son de las grandes, convulsivas… Gran Mal para lo que entendáis del tema…) decidí hablar con mi neurólogo y tras un poco de esfuerzo para convencerle, decidí dejar la medicación… poquito a poco, a lo largo de 6 meses, iría bajando la dosis hasta llegar a cero.

Todo esto empezó el 7 de Enero y la última pastilla la tomaré el 7 de Julio 🙂 Ha sido un camino largo lleno de grandes esperanza, inseguridades y miedos; un proceso en el que he tenido que confiar muchísimo en mi cuerpo y en los principios en los que creo al 100% Un camino que he hecho pasito a pasito y del que me quedan muchísimos pasos por dar… no he llegado al final ni por asomo, pero al menos se que voy en la buena dirección: sin ataques, cada vez más convencida de lo increíble que es el cuerpo y feliz de poder seguir sanando desde dentro…

Comentaba que hoy es uno de esos días duros, porque me he levantado por la mañana y mientras trabajaba en la consulta he sentido un montón de espasmos… pequeñitos pero varios, y es una sensación que la relaciono muchísimo con los ataques; los solía tener antes de cada ataque, y como podréis imaginar, me ha entrado miedo. No es la primera vez que me pasa, y menos en estos 6 meses al ir bajando la dosis poquito a poco, pero hacía semanas que no me pasaba y hoy, especialmente, me he asustado.

Me he asustado un montón y me han venido todo tipo de imágenes a la cabeza… en ese momento he decidido darle la vuelta a la situación y poner todo de mi parte… darlo todo…

¿Qué he hecho? pues he procurado aplicar todos los conceptos que en diferentes post he ido compartiendo con todos vosotros

– no dejarme llevar por el miedo. Que sintiera miedo es lo más normal… dejar que me controlara, otro asunto 🙂

– no escuchar la vocecita ni mi mente, que dejando de estar en el presente empiezan a crear mil historias posibles en la cabeza. Quería evitar ponerme en lo peor…

– me he centrado en el momento presente a través de la respiración

– he pedido ayuda (creo que de las cosas que mas me cuesta y me atrevo a decir que a casi todos nosotros más nos cuesta)

– de dejado que la gente me mimara y me he dado cuenta de la cantidad de gente que desea mi bienestar: en un ratito tenía a personas repartidas por el mundo mandándome toda su fuerza y amor. Y eso que yo no he hecho más que compartir mi miedo, y pedir la fuerza… la gente ha respondido…

– me he centrado en uno de mis grandes valores: contribuir, y con cada persona que venía a la consulta a ajustarse, de segundo en segundo, he procurado dar lo mejor de mí y centrarme en lo que los demás necesitaban en vez de darle mil vueltas a la cabeza

Todo esto suena muy bonito pero no ha sido nada fácil, y por supuesto, no lo he conseguido todo el rato… ha habido momentos de lágrimas, otros de verdadera gratitud y sobre todo miedo… mucho miedo…

La sensación se me ha ido pasando poquito a poco y ha dejado un agotamiento importante así que ahora me toca descansar. Parar, no agobiarme y dejar que mi cuerpo se recupere.

Como siempre comparto con vosotros, no tengo ni duda de que mi cuerpo sabe lo que hace, y que habría algún motivo para los espasmos (que no han acabado en crisis epiléptica y de lo que me alegro un montón!). Seguiré centrándome en darle a mi cuerpo lo que necesita y en quitarle lo que le hace daño…

La epilepsia es una enfermedad muy desagradable… nos avergonzamos, vivimos con el miedo de no saber cuando va a pasar, tendemos a ser juzgados como locos y la mayoría vivimos con una sensación de que nadie sabe por lo que estamos pasando… genera mucha soledad, la verdad. Yo todo esto lo tengo más o menos superado… tengo que reconocer que gracias a los ataques soy quien soy y he aprendido todo lo que he aprendido, así que puedo decir con orgullo que agradezco todo lo bueno que esta etapa de mi vida me está aportando… ¿lo que más me cuesta? La sensación de que somos más débiles o más imperfectos que los demás… Es una sensación que no me gusta nada de nada y días como hoy tengo la sensación de que me pasan para aprender que todos YA somos perfectos, que nadie es mejor que nadie, que todos necesitamos ayuda de vez en cuando, que la vulnerabilidad no es una debilidad sino todo lo contrario y que no por tener ataques soy menos ni mas capaz que cualquier otra persona…

Gracias por permitirme compartir mis vivencias. Me imagino que la mayoría de vosotros conocéis a algún epiléptico… espero y deseo que mi experiencia les sirva para conectar con quien realmente son 🙂 y prometo que algún día compartiré toda la historia… pasito a pasito…

Un abrazo muy muy fuerte

Leedlo, compartidlo, pero sobre todo, disfrutadlo 🙂

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed