Todos somos diferentes y menos mal 🙂

El mundo está lleno de gente creativa, grandes pensadores y filósofos, artistas, cantantes, deportistas, madres y padres dedicados y muchos y grandes talentos mas :

Hoy escribo sobre esto porque a veces se me olvida. Una vez más, se trata de una de estas sencillas lecciones que me gusta recordar de vez en cuando y que Einstein describió muy bien en una de sus frases:

Todos somos unos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido

Hoy no quiero hablar sobre juzgar al pez por su habilidad de escalar, sino de recordarle al pez que no todos tenemos su capacidad ni facilidad para nadar como él. Un poco de lo mismo, pero con otra perspectiva;

No se trata de no juzgar al de enfrente, sino de recordarnos a nosotros mismos lo especiales que somos, y sobre todo, recordar que lo que para nosotros es fácil, no tiene por qué serlo tanto para los demás.

He vivido muchos años de mi vida creyendo aquello de “si yo puedo, el resto también”, y ¿sabéis qué? Que tal vez no…

Tal vez no porque ni les apetece, porque ni les merece la pena, ni les interesa lo más mínimo.

Lo que para mí es algo tan básico como respirar, tal vez lo sea así porque es parte de quién soy yo, un regalo que se me ha dado al nacer, un talento determinado, como tantos miles de talentos que tenéis los demás y que yo no tengo…

Pues una vez más, nos toca honrarnos por lo que somos, por lo que se nos ha dado, incluidos los talentos.

A mí a veces me cuesta porque relaciono el esfuerzo y la lucha con algo mucho más meritorio, pero… ¿y si sencillamente aprovechamos nuestros talentos y honramos lo que sí somos sin pretender ser lo que no somos? Pobre pez intentando escalar el árbol, ¿verdad?

Lo sé, incluso escribiéndolo me suena a veces a idealismo barato. Habrá que buscar un equilibrio entre el esfuerzo y el dejarse llevar 🙂

¡Suerte!

Y por supuesto, un abrazo de corazón a corazón

Ana