Un rayo de esperanza

  • 24 mayo 2018

Hay días en los que todo parece cuesta arriba y otros, sin duda, en los que todo parece que se pone en su sitio, que entran ganas de dar abrazos a todo el mundo y que se siente felicidad 🙂

Hoy es uno de esos días. No me he levantado mal, para nada. La verdad es que muy descansada después de dos días completos; pero tengo que reconocer que cómo me siento ahora se lo debo a una persona que me ha hecho un gran regalo. Me ha regalado una conversación esta mañana que me ha recordado lo grande que es el ser humano, nuestro potencial y un montón de cosas más. 

De momento se quiere mantener anónima, así que le llamaremos María 🙂

A María le diagnosticaron hace poco un cáncer de mama. El disgusto y miedo fueron, como parece normal, monumentales.

Poco tiempo después, y con todo un trabajo personal suyo, viviendo el proceso desde dentro, viviendo cada segundo con mucha valentía y procurando no adelantarse demasiado en un momento de su vida lleno de incertidumbre, compartía estas reflexiones conmigo

Me ha tocado vivir esto. Me vienen muchos pensamientos negativos todo el rato, pero yo elijo también pensar en cosas positivas y bonitas.

Hay momentos malos, y los viviré, pero también hay buenos.

No quiero poner toda la atención en la enfermedad, sino en lo que yo puedo hacer: generar salud, estar más fuerte para curarme.

Siento que hay un antes y  un después de todo esto. No me he recuperado todavía, pero ya noto el cambio en mi.

Mi vida ha cambiado, sin duda para bien, y espero algún día poder ayudar a alguien con lo que estoy aprendiendo.

No sé cómo os quedáis vosotros, pero yo reconozco que me he emocionado. Como le he dicho a ella, me ha recordado algunas de las conversaciones que tuve con mi padre antes de morir en las que llegó a decir: «bendito tumor».

María ha elegido no ser víctima. María se ha hecho responsable de su vida. Ha elegido un camino de felicidad y plenitud incluso dentro de la adversidad. María, ya solo por eso, pase lo que pase, es ya otra María y nos está inspirando a muchos; a mí desde luego.

María venía hoy a pedirme consejos sobre cómo ayudar a su cuerpo a estar más fuerte. No tenía mucho más que decirle después de lo que me ha contado. Tiene grandes profesionales en el hospital cuidando de ella y en lo que respecta a estar más fuerte, tiene lo que considero dos de los pilares mas importantes (para mí desde luego): la aceptación y paz que tiene con lo que le está pasando y la fuerza que eso le da, y por supuesto, estar ajustada y bajo cuidado quiropráctico. ¿Se puede hacer algo más? Siempre, claro…. todo suma 🙂 Comer bien, descansar, largos paseos, unas vacaciones… como decía… todo suma.

¡Bravo María! y sobre todo… !GRACIAS! Mil gracias por compartir conmigo tus descubrimientos, tu evolución y por tu gran corazón, que te está llevando a querer ayudar y transformar a quien lo necesite 🙂 Que sepas que ya lo estás haciendo 🙂

Para todos los demás, espero de corazón que todo esto nos sirva de ejemplo y sobre todo de rayo de esperanza 🙂 Para mí es una prueba más del potencial humano, inmenso, que todos tenemos dentro 🙂 ¡Espero que seamos todos capaces de dejarlo salir como lo ha hecho Maria!

Un abrazo de corazón a corazón a todos 🙂 En especial a María y a todos los que tanto le quieren y están a su lado en estos momentos tan duros.

Ana

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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