No te preocupes… a pesar del título, no hace falta que sepas jugar al ajedrez para seguir leyendo…

Hoy utilizo una analogía que me sirve para vivir cada día, pasito a pasito, y manteniendo en equilibrio dos ideas importantes: tener un objetivo y mente claros y a la vez vivir en el presente.

Son dos cosas que pueden parecen opuestas y a la vez vitales. Como yo muchas veces me confundo, me frustro y acabo, básicamente, hecha un lío, procuro recordar esta analogía que se me ocurrió un día.

La vida es como una partida de ajedrez. Nuestro objetivo, sea el que sea (o los que sean), es el «Jaque mate». Para llegar a esa última y decisiva jugada, no nos queda otra que dividir la partida en pequeñas y vitales jugadas. De hecho, si solo pusiéramos la atención en el jaque mate, perderíamos seguro. 

Vivir en el presente teniendo conciencia de lo que realmente nos importa, supone por lo tanto, ser capaz de elegir cada jugada con el jaque mate en mente. 

En cada jugada, solo está esa jugada. Nada más. Se podría decir que cada jugada es como cada uno de nuestros días o en los días que parecen eternos, los diferentes momentos que vivimos cada día. ¿Que estás teniendo un mal día? No pienses más allá que en la siguiente jugada…

A veces se juega con un peón… con movimientos bastante limitados… y a veces nos sentimos más fuertes, como un caballo o como la reina. Cada día, o cada momento, son diferentes, pero la verdad es que solo centrándonos en la siguiente jugada podremos seguir adelante. No  nos queda otra.

Otra gran lección que he aprendido de esta analogía, es que no podemos controlar lo que va a hacer el contrario. Es decir, hay muchas cosas en nuestra vida que no controlamos, pero si nos centramos en la siguiente jugada, podremos responder de la mejor manera. 

En realidad es algo muy sencillo (como casi siempre) aunque no necesariamente fácil:

• ten claro el objetivo
• planea todo lo que puedas
• acepta que no todo depende de ti
• da el siguiente paso poniendo toda tu atención en ese paso, porque es, en ese momento, el más importante

Espero que os sirva 🙂 

Un abrazo de corazón a corazón

Ana