¿Sabías que los nervios pueden jugar a tu favor?

  • 15 marzo 2018

Todos nos ponemos nerviosos, y aunque no es necesariamente agradable, nos pueden venir muy bien. 

La semana pasada me toco hacer una ponencia en un congreso en Barcelona. No es la primera vez, y reconozco que no lo suelo pasar muy mal, pero esta vez iba especialmente nerviosa. Entre los oyentes estaban antiguos profesores y mentores, y tampoco ayudaba el hecho de llevar casi dos años sin hacer algo parecido. Como con todo, se pierde la práctica.

Aprendí mucho sobre los nervios… espero que os ayude la siguiente vez que os toque hacer algo que os haga salir de la zona de confort.

  • los nervios son naturales, y no hay nada más contraproducente que luchar contra ellos esperando que desaparezcan. Como con cualquier otra emoción, solo vale sentirlos, y no luchar por que desaparezcan.
  • la racionalización me temo que no sirve. Puedes darte mil y una razones por la que no deberías estar nervioso, pero si eres como la mayoría, eso no va a hacer que te tranquilices
  • el nerviosismo y la ansiedad, aunque un poco desagradables, son NECESARIOS para hacer las cosas bien 🙂 

Esto último es posible que parezca contraproducente, pero no lo es. Todo, en su justa medida, puede resultarnos de utilidad. ¿Os imagináis a Rafa Nadal completamente relajado antes de un partido, dando por hecho que va a ganar?… me imagino que no… El estrés antes del partido, insisto, en su justa medida, es lo que le mantiene alerta, con los reflejos necesarios para darlo todo en un partido. El día que deje de estar preparado, dejará de rendir al máximo.

A nosotros nos pasa exactamente lo mismo. Ese nerviosismo o estrés es lo que asegura un rendimiento óptimo. En nuestro cuerpo y en cualquier actividad que nos proponemos realizar.

Está descrita como la ley de Yerkes-Dodson 🙂 Una ley que describe claramente que tan malos son los momentos de nada de tensión como los momentos de estrés excesivo que describimos como «paralizantes». 

Esto es aplicable a hablar en público y a otras mil cosas que hacemos en el día a día. No tenemos más que analizar cualquiera de esos días en los que parece que hemos hecho mil cosas… días llenos de «tensión» en los que nuestro rendimiento parece que se multiplicó por mil.

Una vez más nos toca abrazar sentimientos no siempre agradables, pero que no son necesariamente perjudiciales.

El estrés no es malo en sí. Depende de nuestra capacidad de adaptación, y no tengo ni duda de que el potencial humano es grande 🙂

Ahí lo dejo…

Un abrazo enorme de corazón a corazón

Ana

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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