¿Podemos vivir sin redes sociales?

  • 20 septiembre 2017

Que la tecnología nos ha traído grandes avances en nuestra calidad de vida no lo pongo en duda.

Cuando era pequeña estudiaba en el colegio alemán, y con doce años hicimos un intercambio con una clase de un colegio de un pequeño pueblo cerca de la ciudad de Colonia. Descubrimos los ositos de goma (chucherías), y nos volvíamos a casa con unas cuantas bolsas para la familia, y cuando los alemanes venían a pasar sus dos semanas de intercambio, nos traían otras tantas bolsas… cuando se terminaban, se terminaban. Hoy en día, casi en cualquier supermercado los podemos encontrar. No soy tan mayor 🙂 Los cambios cada vez se darán más rápido y en niveles mucho más significativos.

Hoy en día una cuenta en Facebook, Instagram etc es necesaria si tienes un negocio, y casi casi necesaria a nivel personal si te quieres enterar de cómo están tus amigos. El whatsapp no es imprescindible, pero casi.

Como decía, las redes sociales han supuesto un gran avance. No tenemos que esperar días a que llegue una carta desde la otra punta del planeta, ni arriesgamos a que se pierda el paquete que con tanto cariño hemos mandado a un familiar que no vive con nosotros. Las redes sociales no son buenas ni malas, pero sí tienen un riesgo, que somos nosotros. El uso que les damos, o para qué consideramos que están.

No digo que tengamos que compartir nuestras penas, pero cuando solo compartimos lo bueno, sonreímos como si nuestra vida fuera perfecta, escondemos nuestra vulnerabilidad, negamos que tenemos una parte que es tan real como la vida misma. 

No solo eso… de los demás solo vemos ese lado también, y a veces se convierte en una competición de quién tiene la vida más perfecta, quién tiene más «likes» en la última foto y acabamos relacionando nuestra valía con el número de seguidores que podamos tener.

Nadie tiene la vida perfecta. Nadie está feliz todo el día. Eso no existe. Todas las emociones son parte de quienes somos. No hace falta entrar en el drama para vivir. Se puede estar triste y no sentirse víctima de la vida. Se puede llorar y no estar deprimido. Se puede todo eso… y eso es vivir. 

La pregunta es.. ¿puedes vivir sin esas redes sociales? ¿eres capaz de no publicar nada en tu Facebook durante un día, semana o mes? Las redes sociales no son malas… nuestro uso, nuestra adicción, y la dependencia que tenemos a cómo nos hacen sentir, sí. 

Pruébalo 🙂 Solo tú puedes saber el «cuelgue» que tienes 🙂

Un abrazo de corazón a corazón

Ana

 

P.D.: Por cierto, y aprovechando el reto de las redes sociales, la semana que viene me la cojo libre y no habrá artículo. Vuelvo en Octubre 🙂

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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