Soy consciente de que la semana pasada no publiqué nada. No me salía nada, y tampoco se trata de escribir por escribir. Mi padre me solía decir que le sorprendía la facilidad que yo tenía para escribir. Tengo que reconocer que una vez que me pongo, me suele salir fácil. Eso sí, una vez que me pongo. Eso quiere decir que me pongo después de unos cuantos días rumiando una idea, y me siento cuando ya está a punto de salir…

He escrito «mi padre solía decir» porque mi padre ya no está entre nosotros. Está, o eso pienso yo. No sé muy bien dónde, pero yo sí creo que no desaparecemos porque pertenecemos a algo mucho más grande y con eso me quedo. Algún día escribiré sobre todo el proceso que hemos vivido con él. Dos meses preciosos por los que mi familia y yo sentimos una inmensa gratitud, pero de momento, no soy capaz de ponerlo en palabras, así que toca esperar.

Lo que hoy comparto sí es algo que este proceso ha traído, y es algo que un gran amigo de mi padre compartió conmigo hace unos días. No sé quién lo dijo, ni si está completo, pero comparto lo que compartieron conmigo, que son las 3 cosas que todo ser humano realmente necesita:

• amar y ser amado

• sentirse útil

• celebrar

Sencillo y genial, ¿no os parece? No puedo decir mucho más. Creo que las tres cosas en sí ya dicen todo lo que se tiene que decir.

Por hoy os dejo. Un abrazo enorme a todos.

Ana