Por qué no hablar de dolor…

  • 21 junio 2017

Cuando la gente viene a la consulta con un dolor en concreto, no es que no sintamos empatía por esa persona… no es que no queramos ayudarle o que no le demos importancia al dolor que esa persona está sufriendo.

Cuando sentimos dolor, está claro que eso en ese momento, aunque no sea grave, nos limita, nos preocupa y nos afecta a nuestra calidad de vida… pero la vida y la Quiropráctica van más allá que todo eso, y quiero aprovechar este momento para explicar, y para recordarnos a todos, incluida a mí misma, que como decía, la vida va más allá 🙂

El objetivo de la Quiropráctica, como muchos de vosotros bien sabéis, es eliminar las interferencias que impiden que el cuerpo funcione lo mejor posible, incluidos esos mecanismos que permitirían que el cuerpo recuperase ese mismo dolor que tanto nos preocupa. Eso quiere decir que el mismo cuidado quiropráctico, sin centrarnos en el dolor, y sin orientarnos en el problema en sí, va a ayudarnos a recuperarnos de esa molestia que tanto nos está frustrando. Sé que no es fácil de entender, y a las personas que acuden a ajustarse a la consulta se lo recuerdo siempre que puedo, pero dónde está el dolor tiene poco que ver con dónde está esa interferencia y no nos orienta ni nos ayuda a la hora de hacer nuestro trabajo…

Pero el mensaje no se queda aquí… ni mucho menos…

Lo que un cuerpo ajustado, libre de interferencias puede hacer va mucho más allá, como decía antes, y por eso no me gusta centrarme en el dolor de espalda, como si la Quiropráctica fuera solo destinada a ese tipo de personas…

Ver a un recién nacido ajustándose en realmente gratificante, porque aunque los padres no sean totalmente conscientes todavía, hay una gran diferencia entre un niño creciendo ajustado desde el principio, con todo su cuerpo optimizado desde el nacimiento, y los que hemos descubierto la quiropráctica con cierta edad. Me genera muchísima felicidad ver cómo algunos niños crecen con todo ese potencial.

Cada paciente tiene su historia. Podría decirse que unos un poco más dramática que otros, pero todos somos seres humanos con un potencial innato de vivir a un nivel optimizado y ese es nuestro objetivo. Para aquellos que tienen un dolor de espalda, por supuesto, pero para el resto también: para los que quieren vivir la vida al máximo a un nivel físico, emocional e incluso espiritual. Estamos bien hechos, eso sin duda, la naturaleza es sabia, en eso creo que tampoco hay mucha duda, y creo que debemos centrar al menos parte de nuestro esfuerzos en darle lo que necesita y eliminar todo aquello que le impide funcionar como debe (como la subluxación vertebral), y para eso estamos. Para ti y para todos aquellos que tienes a tu alrededor.

El efecto va mucho más allá de un dolor, y por eso no me gusta centrarme en eso, porque a veces tengo la sensación de que el mensaje que le puede quedar a la gente es que sólo les ayudamos con eso, y el mensaje que quiero dar realmente es que se lo recomienden a TODOS…

El efecto está en todos nuestros sistemas: digestivo, inmune, cardiovascular, articular, neurológico, reproductor y un largo etc… y en tantas cosas que no sabemos y que no vemos ni sentimos, pero al ayudar al cuerpo a funcionar mejor, nuestra parte más sutil, emocional si queréis ponerle nombre, funciona como debe, y eso para mí, no tiene precio.

Un brindis por la Vida, que pocas cosas hay más grandes 🙂

Un abrazo a todos

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed