La toma de decisiones :)

  • 11 enero 2017

Hoy me toca hablar de algo que me toca muy muy dentro. No tengo ni duda de que nos ha pasado a todos alguna vez, porque si de algo estoy segura, es de que cada uno lleva su cruz… como decía una tía mía: “unos más grandes que otras”

 

La cuestión es que he llegado a un momento en mi vida en el que una de las cosas que más claras tenía, ya no lo está. Me toca tomar una decisión, y la incertidumbre no me facilita mucho el proceso. La incertidumbre siempre ha estado, pero como tenía tan claro lo que estaba haciendo hasta ahora, y estaba convencida de que hacía lo que creía correcto, las dificultades y las dudas quedaban realmente minimizadas. Ahora ya no. Ya no lo tengo tan claro, y solo quiero tomar la decisión que más coherente sea con lo que llevo dentro y con quien realmente soy. Simplificando, no me quiero dejar por el miedo sino tomar la decisión con un motivo un poco más potente.

 

He aprovechado esta oportunidad para aprender un poquito más, así que decidí investigar qué es lo que me ponía todo tan difícil. Y sabiendo qué es lo que me bloquea, espero ser más consiente de lo que me dice mi corazón y poder ser consecuente con el mensaje que escuche.

 

Aprovecho y comparto con todos vosotros las cosas que he descubierto con la esperanza de que os pueda ayudar algún día a tomar esas decisiones tan difíciles que nos surgen de vez en cuando.

 

aparece el miedo a la decepción, a equivocarse y una vulnerabilidad que no es fácil de sentir. Aceptar esos miedos no es fácil y supone aceptar nuestros propios límites. No es fácil, pero sí creo que es una lección necesaria. Aprender que todos necesitamos ayuda de vez en cuando y que a veces lo que toca es rendirse.

 

– tomar decisiones nunca es fácil porque es difícil diferenciar de dónde vienen los pensamientos. Algunos del ego, otros del miedo, otros por querer hacer felices a los demás. Hay una parte de nuestras cabezas para la que nada es suficiente, otra que trata de esconderse y evitar los riesgos, y ser capaz de identificar .Eso no es fácil, pero creo que el esfuerzo merece la pena.

 

– La verdad es que la vida está hecha de muchos momentos que se van sumando unos a otros, y creo que se trata de sacarles el mayor provecho y en aprender lo máximo que podamos sin dejar de ser quienes somos. ¿Decisiones difíciles? Sin duda. Objetivos que todavía no hemos conseguido… también, pero ¿sabéis qué es lo mejor? que cómo veamos la situación también va a depender de la visión con la que la miremos.

 

la libertad de decisión es nuestra siempre y nos toca aceptar las consecuencias de aquella decisión que tomemos. Es posible que precisamente esto es lo que nos dificulta la toma de decisiones, por tener que asumir las consecuencias y responsabilidades, pero ahora bien, creo que equivocarse o no lograr nuestro objetivo es mejor que no haberlo intentado. El arrepentimiento es muchas veces mucho más duro, ¿no?

 

– Las decisiones que tenemos que tomar casi nunca tienen un lado correcto y uno incorrecto. Cada decisión supone el comienzo para un camino diferente al otro, y cada camino tiene su lado bueno y su lado malo, y si no lo tenemos claro todavía, quizá no sea el momento de tomar la decisión, y si nos lo podemos permitir, tal vez lo que realmente conviene es parar y escuchar un poquito más.

 

tener la paciencia suficiente para escuchar lo que realmente queremos y que estemos dispuestos a sacrificar tampoco es fácil, pero tomar las decisiones cuando estamos llenos de emociones no creo que sea lo ideal. Escuchar lo que llevamos dentro es más complicado cuando estamos “cerrados” a todas las opciones por todas las emociones que sentimos en los momentos más intensos. Mejor parar, sentir, aceptar y dejar que salga todo.

 

no tener en cuenta la opinión de los demás tampoco es fácil. Por una parte, dejar que los demás tomen las decisiones por nosotros puede parecer más fácil, pero como bien sabemos, cada uno tenemos que descubrir nuestro camino. Hablar con los demás nos ayuda a aclararnos y el mayor regalo que nos pueden hacer es crear un especio lleno de respeto y apoyo para ayudarnos a descubrir lo que realmente queremos. Sin juicio, sin opiniones subjetivas y llena de amor incondicional e independiente de la decisión que tomemos.

 

Todavía no sé qué decisión voy a tomar ahora, os digo la verdad, pero lo que sí tengo claro es que no puedo dejar que esa Ana para la que nada es suficiente gobierne mi cabeza, y tengo que hacer el ejercicio de ver todo lo que he aprendido durante estos últimos meses, cómo ha cambiado mi vida, lo fuerte que me ha hecho y un largo etcétera. Dejarme apoyar por aquellas personas en mi vida que independientemente de lo que haga, van a estar allí, y que cada vez que hablo con ellas me ayudan a ver la situación de una manera mucho más sencilla, lo que sin duda, me ayuda a no dramatizar y seguir disfrutando de este regalo que es nuestra vida.

 

Un abrazo enorme para todos 🙂

Ana

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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