Hoy creo que nos toca dar las gracias a los padres 🙂

De niños buscamos su aprobación, nos hacen de mentores y aprendemos de ellos.

De adultos a veces les juzgamos sin llegar a entender lo que es ser padre. Nos toca vivir nuestra vida, aprender a tomar nuestras propias decisiones y desapegarnos de la necesidad de aprobación.

Empezamos a entender los sacrificios que han hecho, el compromiso que tienen con nosotros, el sufrimiento, lo difícil que es dar libertades, el amor incondicional, la enseñanza a través del ejemplo, el cambio de prioridades que supuso para ellos tenernos y habernos mantenido siempre en las más importantes.

Los que sois padres es posible que lo veáis más claro al haber vivido la experiencia. Ojalá entendiéramos en cada momento lo que estamos viviendo, pero así somos los humanos… entendemos muchas cosas después de vivirlas.

A todos nos llega un momento en el que perdemos la paciencia con ellos, que nos lo han dado todo.

Su amor incondicional lo convertimos en condicional, queremos cambiarles, no aceptamos lo que son ni entendemos muchas de las cosas que hacen pero seguimos exigiendo esa aceptación y esa incondicionalidad.

Yo he tenido suerte. Mi relación con mis padres, lejos de ser perfecta, me hace sentirme querida, aceptada y acompañada. La verdad es que podría centrarme en todas esas cosas que como humanos imperfectos hacen mal, pero he decidido que no; que prefiero centrarme en todo, mucho por cierto, que hacen bien, reconocerles el gran mérito que tienen y sobre todo, agradecerles lo que son, al 100%. No siempre me sale, pero yo tampoco soy perfecta 🙂

 Hoy quiero darles las gracias por:

• Por haberme enseñado casi todo lo que sé y que realmente importa.
• Por haberme demostrado lo que es el amor de verdad, sin apegos ni esperar nada a cambio.
• Por respetar todas esas decisiones alocadas que he hecho a lo largo de mi vida. Cambiar de carrera, de paradigma de vida, de continente y apoyarme a pesar de los miedos e incertidumbres que os generaba cada “locura”.
• Por apoyarme en lo bueno y en lo malo. Por celebrar mis logros y por creer en mí, muchas veces más que yo misma.
• Por permitirme ir aprendiendo a mi ritmo aunque vosotros supierais, desde hace mucho, la lección que tenía que aprender.
• Por inculcarme unos valores que me han guiado y me ayudan cada día a tomar mis decisiones.
• Por darme 3 hermanos; compañeros de vida que me hacen todo mucho más fácil, y que me han dado 3 hermanas y 2 sobrinas, y de los que aprendo cada día.
• Por ayudarme a sentir que pertenezco a algo más grande.
• Por llevarme a piano, a inglés, a danza, a baloncesto, al cole, al parque, al monte y otros muchísimos sitios.
• Por darme todo lo que tenéis por mi futuro.
• Por respetarme y dejarme ser aunque muchas veces no estéis de acuerdo.
• Por aguantar los disgustos y ser capaces de dejarme ser a pesar del dolor.
• Por la disciplina y los castigos cuando hacían falta.
• Por dejarme cometer errores porque sabíais que era la única manera de aprender realmente.
• Por los mismos, abrazos y los “te quiero” que me llegan muy dentro.
• Por confiar en mí, en mi desarrollo personal y profesional.
• Por enseñarme a través del ejemplo lo que es ser buena persona, lo que es el esfuerzo, el amor y el sacrificio que hace falta para conseguir lo que uno quiere.
• Por entender que un día me llegó el momento de vivir mi vida y tomar mis decisiones a pesar del esfuerzo y lo que cuesta dejar que alguien al que quieres meta la pata, se equivoque, y dejarme ser.
• Por callaros muchísimas cosas que os frustran.
• Por buscar momentos de los que merece la pena compartir.
• Por entender que a veces lo que necesito es estar sola.
• Por quererme porque sí, sin necesidad de demostrar nada a cambio.
• Por olvidaros de los cabreos y de los malos rollos mucho más rápido que de los buenos momentos.
• Por hacer el esfuerzo de estar ahí, por si acaso.

Gracias de corazón. Estoy muy agradecida por haber podido disfrutar tantas cosas en el pasado, en el presente y sé que nos quedan muchísimas cosas increíbles por disfrutar, y muchas cosas que aprender de vosotros. Que así sea 🙂

Aprovecho para lanzar un abrazo enorme a todos aquellos que ya sois padres! Cada uno con sus limitaciones, pero estoy segura de que hacéis todo lo que podéis por vuestros hijos. Y para todos aquellos que somos hijos, un recordatorio para hacer un pequeño esfuerzo, sacar paciencia y recordar todo lo bueno que nos han dado. Al fin y al cabo, no estaríamos aquí si no fuera por ellos.