Perdiendo la ilusión por el futuro

  • 20 junio 2016

No se vosotros, pero me considero una persona activa, relativamente organizada y sobre todo, con ganas de hacer muchísimas cosas. En cuanto paro un poco me surgen ideas, proyectos, y cosas por hacer.

En sí, creo que no tiene nada de malo, pero durante muchísimo tiempo he vivido exclusivamente así… haciendo y planeando, sin buscar mucho tiempo para ser, estar y disfrutar del presente.

No he sido capaz de buscar tiempo para simplemente estar, sentirme y aprovechar el presente. Creo que nos pasa a muchísimos de nosotros porque esta sociedad está basada en lo que se consigue, en lo que se hace y no en lo que se es.

Dejé que me llevara la corriente. Me dejé llevar, y sin ser realmente consciente, he vivido los últimos meses bajo un estrés autoimpuesto, del que, como decía, no era consciente.

Digo autoimpuesto porque aunque la vida “trae” cosas, también creo que todos nosotros tenemos una elección.

 

La elección de vivir una vida diferente y a otro ritmo no es fácil, y sobretodo si partimos de la base de que la mayoría de las veces no somos conscientes del ritmo que llevamos.

 

Tengo mucha gente a mi alrededor que lleva mucho tiempo diciéndome que tengo que parar, que tengo que bajar el ritmo, pero al no ser consciente, seguía y seguía… tal vez también porque la alternativa era parar, y ese parar me asustaba más que nada.

 

Hay buenas noticias: el cuerpo está muy bien hecho y tiene herramientas para avisarnos de que tenemos que parar… si no le hacemos caso (que es lo que yo hice) llega un momento, en el que directamente, te para. ¿Y cómo lo hace? Normalmente en forma de síntomas, enfermedades y problemas.

 

¿Sabéis esa decisión que es tan difícil de tomar porque asusta la alternativa o porque ni siquiera somos conscientes?

Deja de serlo. Las prioridades nos cambian, de repente se convierte en algo que tenemos que hacer sí o sí, y ya no necesitamos que nadie nos lo diga… nos hacemos conscientes de la verdadera situación.

 

Es un poco como a la persona a la que le da un infarto. Sabe, de antes, que debe cuidarse, pero ¿cuándo empezamos realmente a cuidarnos y a cambiar hábitos? Cuando le vemos las orejas al lobo.

No es lo ideal, eso seguro, y ojalá todos fuéramos capaces de hacer lo que sabemos que tenemos que hacer sin necesidad de sustos.

 

Yo por fin le he visto las orejas al lobo. No se ni si soy capaz de ver todo eso que me llevan diciendo meses, pero me he dado cuenta de que así no puedo seguir, que yo soy mucho más importante que ninguno de mis proyectos y conscientemente, he decidido hacer una serie de cambios.

 

Sinceramente, no creo que haya sido algo exclusivamente consciente. Hay algo que se encendió dentro de mí y que me ha hecho cambiar una serie de cosas. No se hasta qué punto lo creé yo, o simplemente creé el espacio para que eso surgiera… pero de cualquier manera, estoy feliz de que haya pasado.

 

Si me permitís, comparto con vosotros de lo que me he dado cuenta estas últimas semanas

 

He perdido la ilusión por el futuro. No estoy centrada en proyectos ni en todas esas cosas en las que estaba antes; donde tengo la ilusión ahora mismo es en el presente.

 

La primera vez que me di cuenta de esto me asusté. Al fin y al cabo, dependemos aunque sea un poco de los planes que tenemos y parte de nuestra vida debería tener un cierto orden, ¿no?

En eso estoy… en buscar el equilibrio entre vivir cada momento como lo que es, lo único que tenemos, y a la vez, ser capaz de organizarme aunque sea un poquito. No quiero volver a lo de antes… al ritmo frenético, ni a no encontrar una tarde para descansar. Quiero disfrutar del presente y dejar que cada momento me vaya guiando al siguiente. Si me he dado cuenta de algo es que cuanto más en el presente estoy, más eficaz soy para planear otra serie de cosas así que creo que voy por buen camino…

 

No soy ninguna experta en esto y quiero compartir esta vivencia con vosotros porque algo muy dentro de mi ha hecho un “click”. Deseo de corazón que seáis capaces de crear el espacio para ese “click” sin poner en riesgo vuestra salud… que es lo que hice yo

 

Un abrazo a todos y gracias por seguirme…

 

 

 

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed