YA ES LA HORA

  • 18 noviembre 2015

Vivimos tiempos revueltos.

– Una época en la que se mata en el nombre del bien

– Vidas en las que nos olvidamos de lo que sufre el vecino

– Días en lo que no somos capaces de ver todo lo bueno que tenemos porque lo damos por hecho o nos hemos vuelto unos desagradecidos

– Temporadas en las que vamos en piloto automático y nos perdemos los grandes momentos que ofrece la vida

Creo que todo crecimiento y evolución conlleva una pequeña crisis. Y creo de corazón que estos tiempos revueltos que nos ha tocado vivir son parte de una nueva conciencia y ese cambio solo va a depender de nosotros mismos.

– Es hora de dejar de culpar a los demás por lo que va mal en nuestras vidas y hacernos responsables de lo que realmente queremos para este mundo.

– Es hora de luchar por lo que queremos y no seguir protestando por lo que tenemos

– Es hora de aceptar los miedos que tenemos y la falta de certeza que generan algunas de las situaciones que vivimos, y tirar de algo mucho más fuerte para empujarnos cada día

– Y sobre todo, ya es hora de que seamos capaces de vernos unos a otros como lo que somos: hermanos y compañeros. No tenemos que llevarnos todos bien, pero por lo menos aceptarnos y querernos desde el respeto.

Os dejo con una famosa oración de San Francisco de Asís que nos recuerda que el cambio depende de cada uno de nosotros. No tanto esperar a que pasen las cosas sino involucrarnos para que pasen. No esperar a que nos entiendan, sino poner el esfuerzo en comprender.

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.

Con esta sencilla tarea os dejo.

Un abrazo de corazón a todos y cada uno de vosotros.

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed