Estamos de celebración

  • 17 septiembre 2015

Este año cumplimos nada más y nada menos que 120 años.

La quiropráctica y su primer ajuste específico nació el 18 de septiembre de 1895. Es posible que en España todavía no se conozca demasiado, pero ¿sabías que se le considera la tercera profesión de atención primaria más extendida solo después de la medicina y la odontología?

Hoy quiero compartir con todos vosotros una parte de esta profesión que normalmente no comparto. Me hace ilusión especial porque supone compartir mi gran pasión y sobre todo, mi modo de vida.

¡¡La quiropráctica es vitalista!! Y eso ¿qué quiere decir? simplemente que creemos y vemos al cuerpo humano como algo más que materia. Somos un conjunto de piezas, eso sin duda, pero tenemos algo más. Podemos llamarle alma, vida, energía o como más nos plazca, pero hay algo que nos diferencia de una máquina. Pensadlo un segundo: ¿qué nos diferencia de un cadaver? físicamente somos iguales, mismas partes, mismos componentes, pero hemos perdido aquello que nos mantiene vivos. ¿cómo se llama? me da un poco igual cómo lo llaméis siempre y cuando seáis conscientes de que existe. Nosotros en quiropráctica, la llamamos Inteligencia Innata.

3 características vitales 🙂

La inteligencia innata tiene 3 grandes funciones que nos mantienen vivos y adaptándonos al entorno:

1. Auto-desarrollo: piénsalo por un segundo. Tiempo atrás, en mi caso hace 34 años y algún mes más, un óvulo y un espermatozoide se juntaron. No doy más detalles al respecto que ya se sabe cómo pasa eso 😉 9 meses después tenía todas las partes que tengo ahora aunque en pequeñito. ¿Quién hizo ese proceso? ¿Gracias a qué? Es posible que penséis en vuestras madres, benditas madres, pero realmente lo que hicieron fue daros de comer y un sitio calentito para que pudierais desarrollaros. Lo que hizo que crecierais lo tenías ya (igual que una semilla). Es realmente alucinante, pero hay algo que nos hizo crecer, y ese algo lo seguimos teniendo dentro.

2. Auto-regulación: el cuerpo es capaz de regularse en función del entorno, y menos mal. Acabamos de pasar uno de los veranos más calurosos de los últimos años. Ahora viene el invierno. ¿Os habéis parado a pensar que independientemente de la temperatura exterior el cuerpo es capaz de adaptarse y mantenerse cerca de los 36 grados? ¿y qué me decís de la digestión? Comemos verduras, carne, cereales y otra serie de alimentos, pero mi cuerpo no está hecho ni de brócoli ni de filete. El cuerpo asimila esos nutrientes y forma los tejidos que necesita. Es más, ¿sabíais que se estima que cada segundo mueren 10.000  células de nuestro cuerpo? ¿por qué no nos vamos encogiendo? porque cada segundo se hacen 10.000 nuevas. ¡¡¡Impresionante!!!

3. Auto-curación: esta es la que más me maravilla. ¿Sabíais que gracias a esa característica nos mantenemos vivos? Imaginaros que el cuerpo no supiera repararse él solito: una herida supondría desangrarse hasta morir; cualquier bacteria del entorno supondría la muerte y cualquier fractura nos impediría movernos para siempre… menos mal que, seamos conscientes o no, en cuanto hay una lesión, el cuerpo activa muchísimos mecanismos para reparar el daño. Hasta a nivel genético. Una vez más, impresionante.

 

Creo que todos estamos de acuerdo en que son 3 grandes características. Todo ser vivo las tiene. No las vemos, pero claramente vemos sus efectos. Yo la electricidad de mi casa no la veo, pero puedo enchufar mi ordenador, mantener fría mi comida y ver una película. No necesito ver la electricidad para saber que está ahí.

Esa inteligencia innata, vida o energía, llamadle como queráis, está aunque no la veamos, y como la electricidad, necesita una serie de «cablecitos» para transmitirse. Esa es, exactamente, la función del Sistema Nervioso en nuestro cuerpo. Se encarga de, como los cables de nuestra casa, transmitir la información para que el cuerpo haga lo que mejor sabe (esas 3 funciones anteriores) cada segundo de nuestra vida.

¿Sabéis lo que pasa cuando ese sistema tiene fallos?

1. En primer lugar aparece disfunción en algún sitio. En mayor o menor grado, lo notemos o no, en alguna parte del cuerpo algo va a dejar de funcionar como debe.

2. Si dejamos que el tiempo pase, antes o después, esa disfunción nos va a generar alguna enfermedad. Depende de la extensión, de la cantidad o del sitio donde esté, le llamaremos de una manera o de otra, pero toda enfermedad aparece porque algo, en algún momento, dejó de funcionar.

3. Tanto nuestra calidad como nuestra cantidad de vida va a disminuir. Nuestra calidad de vida depende directamente de cómo funciona nuestro cuerpo, y la cantidad de vida también. Si nuestro cuerpo funciona peor, viviremos menos y peor de lo esperado.

¿Queréis un ejemplo? Acordaros de Christopher Reeve (actor de Superman).

Una mala caída de un caballo le produjo una lesión en el sistema nervioso. A estas alturas ya sabemos lo importante que es. Sin duda su cuerpo dejó de funcionar como lo hacía antes, con el tiempo aparecieron enfermedades, su vida fue más corta de lo esperada y desde luego, con menos calidad de vida. Es un caso extremo y desgraciadamente, irreversible.

La buena noticia es que muchos de nosotros tenemos el sistema nervioso interferido, tenemos enfermedades, disfunciones y una calidad de vida menor de la que quisiéramos, pero en este caso nuestro estado no es irreversible. La mayoría de nosotros lo que tenemos es una Subluxación Vertebral que impide que nuestro cuerpo haga lo que mejor sabe: auto-desarrollarse, auto-regularse y auto-curarse.

La buena noticia, y la razón por la que estamos de celebración, es que en 1895 un individuo descubrió la manera de eliminar esa subluxación: el ajuste vertebral específico, y así nació la quiropráctica. 120 años con un objetivo claro: eliminar las interferencias a esa capacidad que tiene el cuerpo de crecer, luchar y curarse.

Esto es la quiropráctica. No tiene nada que ver con tratar dolores, la espalda, lesiones o problemas respiratorios. Lo único que buscamos es dejar que tu cuerpo haga lo que mejor sabe. Es mucho más listo de lo que creemos y sobre todo, mucho más capaz.

No esperes a ir al quiropráctico. Acuérdate de que antes de la enfermedad, y a veces durante mucho tiempo antes, aparece la disfunción. ¿Vas a esperar a que tu cuerpo se rompa del todo o quieres dejar que tu cuerpo se auto-desarrolle, regule y cure lo mejor posible desde ya?

Yo lo tengo claro: estoy bajo cuidado quiropráctico desde que conocí esta profesión hace ya 11 años. Tu Salud es tu responsabilidad, y todo lo que hagas hoy lo notarás mañana.

Aquí tenéis un link a profesionales cualificados. Os pido que tengáis cuidado y os aseguréis de que estáis en buenas manos. Hay mucho intrusismo y un «crack» en la espalda es fácil de hacer… que eso sea para bien es otro asunto 🙂

 

SALUDos

 

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed