Reflexiones en mi cumpleaños

  • 18 mayo 2015

El otro día fue mi cumpleaños. Quién mejor que yo misma para homenajearme dándome lo que más necesitaba: tiempo para pensar menos y sentir más, un poquito de sol, y sobre todo, una cura de sueño…

Por trabajo me tenía que ir a Atenas, así que aproveché, y me cogí unos días para mimarme un poquito. Es curioso lo que pasa cuando nos mimamos: sale lo mejor de nosotros mismos, y en mi caso, me doy cuenta de muchísimas cosas que con el día a día no permito que salgan.. estarán ahí, no lo dudo, pero a veces tenemos que crear el espacio para que salga todo eso que tenemos dentro

Ahí van 🙂

  1. Solo descubriendo quiénes somos realmente y siendo coherentes con eso podemos ser felices… Pase lo que pase. Sencillo mensaje, la verdad… lo difícil no es saberlo, y descubrir quiénes somos… os sugiero que leáis este texto si no lo habías hecho antes… muy bueno
  1. Nunca vamos a encontrar fuera lo que realmente queremos: sentirnos queridos, que valemos, útiles y un largo etc… No esperéis a quien alguien os lo de… Dároslo primero vosotros mismos y luego, lo que venga, que sume
  1. Nadie somos perfectos. Todos tenemos ideas que a veces hasta nos avergüenza compartir (si lo hiciéramos veríamos que compartimos hasta eso, las malas ideas), motivaciones  basadas más en el ego que en hacer el bien, y por las que nos engañamos cada día, buscamos el placer a corto plazo sin importarnos a veces que sea lo correcto, y vivimos más en el ayer y el mañana que en hoy…. ¿¿Pero sabes que?? Hacemos lo que podemos… Cada uno de nosotros. Algunos sois más conscientes de que lo hacéis, y hasta podéis llegar a cambiarlo, pero muchos de nosotros con llegar a ser conscientes ya tenemos bastante. 😉
  1. Todos queremos lo mismo: ser felices. Lo que nos diferencia es lo que hacemos para intentarlo… Algunos van de compras, otros al gimnasio, otros quedan con los amigos, otros trabajan, otros gritan y otros hasta pegan y matan… Pero en el fondo, casi siempre, está lo mismo: buscamos la felicidad. Acordaos de esto antes de juzgar a alguien. Pobre de aquel que para ser feliz necesita hacer daño a otro, generar discordia o incluso matar… No disculpo sus actos, y tampoco pondría la otra mejilla si me dan un tortazo, pero sí que creo que podemos, tal vez un ratito, ponernos en su lugar y sentir su dolor: en el fondo, buscan que se les quiera y ser felices…
  1. Estamos donde tenemos que estar. Esta no es fácil… Parece que tenemos que pensar en objetivos continuamente, y no está mal tenerlos, claro, pero que no se nos pase vivir lo que estamos viviendo ahora… ¿¿Cuántos de nosotros tenemos el síndrome del fin de semana?? Toda la semana pensando en el sábado y el domingo y el fin de semana angustiados por el lunes… ¡No tiene sentido! Cada día es un regalo… A veces tenemos que vivir una tragedia para recordar que, efectivamente, es un regalo: un día lleno de oportunidades de conocernos mejor, de sacar nuestra mejor versión, de aprender, de compartir y de conectar. Hasta los lunes están llenos de esas ¡¡oportunidades!! Solo tenemos que fijarnos un poquito más… Los lunes a veces cuesta motivarse, pero piensa que una séptima parte de tu vida va a ser lunes… no la desperdicies 🙂
  1. La gratitud es la base de todo… Dad gracias por lo que tenéis y por lo que sois… ¡¡no hay nadie igual!!! Quiero que penséis en una situación: han llegado las navidades y tenemos que hacer un regalo a dos niños… Uno de ellos os ve llegar con el regalo, y diciendo «ya era hora»,  lo abre, pone cara de indiferencia y sigue con lo suyo. El otro niño en cambio, en cuanto te ve aparecer con el regalo, ya solo por verte, está feliz, te da las gracias por venir, solo el paquete ya le genera ilusión… ¡y eso que ni sabe lo que hay dentro!… y por supuesto, en cuanto lo abre, llora de ilusión y te da un gran abrazo por la gratitud que siente… Ahora contéstame a esto: ¿A quién te apetecería regalarle más cosas? Sin duda al segundo niño ¿verdad? Pues creo que a nosotros con la vida nos pasa algo parecido… cuando más gratitud sentimos mejor nos va, y cuanto más te quejes, más cosas verás para quejarte… Así de sencillo… Empieza poquito a poco… todas las mañanas da gracias por 3 cosas que tienes (si no estás acostumbrado es posible que te cueste… me escribes un email y te ayudo, que te garantizo que encontramos cientos de cosas) y poco a poco irás viendo más cosas en tu vida por lo que dar las gracias… suena bien, ¿no?? Pues empieza
  1. La verdad es que no tenemos ni idea de lo que los demás necesitan… o lo que es lo más apropiado para ellos. A veces nos parece que sí, porque cuando vemos a alguien que sufre, sabemos que nuestro trabajo es quitar ese sufrimiento, ¿no? Pues siento deciros que nunca seremos capaces de entender la situación completa, y hasta es posible que ese sufrimiento le traiga a esa persona un verdadero regalo, un cambio de vida o una transformación… Nunca vamos a entenderlo todo… ¿qué os parece si dejamos de intentar entenderlo y simplemente lo vivimos y aceptamos la vida como lo que es?
  1. Ya estamos completos. ¿Cuántos de vosotros sois capaces de estar con vosotros mismos, sin más, sin estar ocupados? No es fácil.. a mí me cuesta y ya que estamos, me voy a sincerar: cuando reservé estas vacaciones tenía hasta un poco de miedo por si me aburría o me sentía sola… he venido adrede sola… todos los años me cojo tiempo para mí, y siempre me pasa lo mismo: me entran miedos y pensamientos como: ¿qué pensará la gente? ¿Y si me aburro? ¿Y si me siento sola? ¿y si me pierdo? ¿y si no me entiendo con la gente? Y bueno… un largo etc… Es curioso porque todos los años me pasa lo mismo y todos los años me repito, una vez disfruto de la experiencia, que el año que viene tengo que pasar de esos pensamientos jajaja, pero ¿sabéis qué? Creo que el año que viene los volveré a sentir.. lo que va cambiando es que no les hago ni caso 🙂 El caso es que esa sensación de que me falta algo o alguien desaparece, y en su lugar siempre siento una conexión especial, un saber que tengo lo que necesito, una sensación de estar completa, porque siempre me ayuda a redescubrirme un poquito más y eso, ni la crisis, ni perderme, ni lo que piensen los demás, me lo puede quitar. Muchos de nosotros nos rodeamos de gente, de cosas por hacer ,de tele, de libros, de comida, de aventuras… solo porque nos asusta estar solos con nosotros mismos, nos asusta ver algo que no hemos visto hasta ahora y nos asusta sentir… casi mejor tapar y sentirnos bien desde fuera, ¿no? Creo que es la definición de droga, ¿no? sí sí, la tele, la gente, la comida y otras muchísimas cosas las podemos usar como drogas para sentirnos bien, al menos a corto plazo, pero ya sabemos donde lleva ese camino… nada bueno..

No os digo que dejéis de hacer todas esas cosas… sólo os pido, y aprovecho para recordármelo a mí misma, que hagamos el ejercicio de ser un poco más conscientes de por qué hacemos esas cosas… ¿estamos escapando de algo? ¿Hay algo que no queramos ver?

Una anécdota más del viaje 🙂

Un día fui de turismo por Atenas… se me ocurrió compartir en Facebook los sitios que iba visitando, y escribí que ahí, rodeada de sabiduría, hogar de Dioses y y de gran belleza, no había visto todavía ningún Dios (tono graciosillo, claro) Un amigo mío me contestó al rato: «mírate al espejo» 🙂 ¡Qué gran verdad! Miraos al espejo y sed capaces de ver lo¡¡ grandes que sois!!

Ánimo valientes!!

Y recordad: compartidlo, suscribiros al blog, pero sobre todo, ¡disfrutadlo! 🙂

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

Comments are closed