10 lecciones de un gran fin de semana

  • 29 abril 2015

Recientemente estuve en un seminario de esos que te cargan las pilas, te reconectan con quien realmente eres y con lo que realmente importa.

Esa fuerza creo de corazón que debería venir desde dentro, pero como todos nos resbalamos de vez en cuando o perdemos el norte, es genial saber que podemos contar con una serie de eventos o personas que nos recuerdan lo que ya en el fondo sabemos.

 

Un grupo de personas que piensan como tú, que comparten objetivos, filosofía, te aceptan tal y como eres, y sobre todo, desean lo mejor para ti. Al fin y al cabo, el éxito de cada persona nos repercutirá en positivo a todos nosotros.

 

Tengo la suerte de formar parte de una comunidad así. Como en todas las profesiones, hay grupos con más afinidad que otros, corrientes, ideologías y maneras de trabajar, y la Quiropráctica no es, de ninguna manera, una excepción. Simplemente he encontrado un grupo de personas que creen que la vida merece la pena vivirla al máximo, desde dentro, que salud es algo mucho más grande que el que no me duela una pierna, y que en el fondo, todos tenemos la gran suerte de estar vivitos y coleando. No está mal, ¿verdad?

 

En concreto nos juntamos más de 500 personas de toda Europa (y creo que hubo gente que vino desde Australia y América) para aprender, vivir y conectar. Un seminario en el que tuvimos la gran oportunidad de escuchar a grandes profesionales de muchos países que compartieron sus ideas, sus sueños y sus objetivos. Un aliento de aire fresco es una sociedad en la que parece que todo va mal.

 

Yo tuve la suerte y el gran honor de compartir y aportar mi granito de arena, pero sobre todo, aprendí mucho y recordé lo que ya tenía dentro.

He pensado que lo ideal sería compartirlo con todos vosotros:

 

  1. Vivir el presente es lo único que tenemos. Preocuparse, poco o mucho, no ha llevado nunca a nadie a ningún sitio
  2. Todos pasamos más o menos por lo mismo. A veces sentimos que estamos solos, que nadie nos entiende, y tal vez sea así, pero la siguiente vez que tengas a una persona delante de ti, recuerda que, a pesar de las apariencias y de lo maravillosa que parece que es su vida, tiene de vez en cuando esos sentimientos
  3. La gente, en general, quiere que triunfes. Y si no estás rodeada de ese tipo de personas… tal vez sea el momento de cambiar de grupo 🙂 
  4. Deja que la gente te sorprenda. Encasillamos, juzgamos y nos hacemos una idea de lo que la gente tiene para darnos. Deja que la gente sea quien es realmente y te sorprenderá.
  5. La regla de oro dice: “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”. Este fin de semana aprendí la regla de platino: “Trátate a ti mismo como te gustaría que te trataran los demás”. La mayoría de nosotros somos muchísimo más críticos con nosotros mismos que con los demás. Creo que no estaría mal que antes de dar nuestro cariño y amor a los demás, fuéramos capaces de dárnoslo, primero, a nosotros mismos.
  6. Hay muchas cosas que van mal en el mundo, pero por todas esas cosas que van mal, hay otras tantas que van bien. ¡En el mundo, en tu vida, en tu día! Depende de nosotros elegir en qué centrarnos.
  7. Profundicé también un poco en el concepto de la dualidad. El mundo es dual. Tiene dos lados y para que todo funcione, tiene que haber un equilibrio entre los dos lados. Imaginaos la tierra: en todo momento, hay una mitad en la que brilla el sol y otra mitad en la que disfrutan de la noche. Yo creo que entender este concepto es vital, porque creo que muchos de nosotros vivimos con la ilusión de que llegará un momento en el que todo será maravilloso, no habrá dolor, ni tristeza, ni males. Es una ilusión que lleva a la desesperación y a la desesperanza. Cuanto antes aceptemos la idea de que los dos lados forman parte de la vida, mejor estaremos. Otro ejemplo más, los que tengáis hijos creo que me entenderéis perfectamente: aquello en la vida con el mayor potencial de generar felicidad (como un hijo por ejemplo) tiene el potencial también de generar el mayor sufrimiento. Pensar que los hijos solo traen alegrías, me imagino que ha generado más que un disgusto en alguna pareja… tenemos que aceptar el “pack” entero. Con el éxito pasa lo mismo: cualquiera que piense que a más éxito más facilidades ,creo que nunca ha intentado tener éxito. Cuanto más se sube, más aumentan las preocupaciones, las responsabilidades y sobre todo , cuanto más subes, de más alto te puedes caer. O aceptamos los riesgos y los dos lados, o no avanzamos. Ahí está la elección
  8. Todos vemos la vida con nuestra propia lente. Es como si lleváramos gafas de diferentes colores. Todos vemos lo mismo, pero lo interpretamos distinto, y ahí amigos, es donde está nuestra libertad. El mismo evento para dos personas distintas puede resultar algo bueno o malo. ¿Otro ejemplo? Ahí va: imaginad a dos parejas de camping. Para una de ellas puede ser la mejor experiencia, aventura, romanticismo… para otra, todo un incordio, incomodidad y motivo de discusión. El monte, la tienda de campaña y el tiempo, exactamente el mismo.
  9. Hay que tener valor para ser honesto y coherente con quien realmente somos. No es nada fácil pero solo así conseguiremos vivir una vida que merezca la pena. No siempre toca hacer lo que nos apetece, ni todo lo que hacemos realmente nos importa: parar de vez en cuando para analizar lo que realmente queremos y valoramos merece la pena.
  10. Como le dice su tío a Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Es cierto que no tenemos poderes sobrenaturales, pero todos nosotros somos capaces de tener un impacto, positivo o negativo, en la vida de los demás. No siempre será fácil, ni nos apetecerá estar donde debemos estar, pero creo que la mayoría de nosotros buscamos un bien por encima de nuestro propio bienestar. Ser capaces de actuar de acuerdo a unos valores que realmente nos importan, y no necesariamente de acuerdo a lo que nos apetece a corto plazo, es vital para nuestra felicidad, plenitud y por supuesto, para la de los demás.
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Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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