Una nuez es una nuez

  • 17 marzo 2015

Imaginad que tenéis una nuez delante… o mejor… id a la cocina y coged una 🙂 Ante un fruto como éste, todos nosotros vemos lo mismo: una nuez. Pero la vida ofrece algo muy especial, y es que esa misma nuez para cada uno significa cosas muy distintas. Es como si estuviésemos viendo cosas completamente diferentes.

Una nuez es una nuez, y nunca se convertirá en castaña ni en manzana. ¡Lo que sufriría la pobre nuez si quisiera ser manzana!, ¡y lo que sufriríamos nosotros también si cada día esperásemos que fuese manzana!

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Una nuez es una nuez, pero esa nuez, de alguna manera, esconde grandes secretos y verdades, grandes lecciones que la naturaleza nos ofrece cada día.

Una nuez es una nuez, pero para mi perro o para una ardilla, ¿a que no es lo mismo? Mi perro es posible que no le haga ni caso o tal vez juegue con ella si se aburre, pero para la ardilla… Para la ardilla es posible que esa nuez se convierta en uno de los objetivos más importantes en su vida: su sustento, la manera de sobrevivir, de alimentarse y de alimentar, por supuesto, a su camada. Una nuez es una nuez, pero todo depende del valor que le demos a las cosas

¿Sabéis una de las primeras cosas que aprende una ardilla? Que comer una nuez es muchísimo más fácil a su debido tiempo, porque cuando la nuez no está madura, puede tardar horas en abrirla, pero cuando está madura, con un ligero golpecito y como arte de magia, la nuez se abre.

Una nuez es una nuez. Para algunos, un juego; para otros, su sustento. Y yo te pregunto: ¿tú que ves?

Mira lo que veo yo:

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Una nuez es una nuez pero yo veo un bosque lleno de nogales; yo veo el potencial que tiene esa nuez. Si lo pensamos bien, en una nuez reside todo el potencial de crear un bosque de nogales. En algo tan pequeñito, están como potencial de existir miles de árboles, millones y millones más de nueces, mucho más alimento, vivienda para miles de familias de ardillas y tanta posibilidad de jugar para mi perro… 🙂 Increíble pero cierto. Es lo que la naturaleza nos ofrece a diario.

Y, ¿qué hace falta para que ese potencial se exprese?

La nuez no TIENE QUE HACER nada. Sólo tiene que dejar que pase. Sólo hay que dejar que cada cual haga su parte: la nuez tiene que ser nuez, el agua tiene que ser agua, el sol tiene que ser sol, la tierra tiene que ser tierra y, entre todos, la combinación de todos esos factores dejando al tiempo y a la naturaleza que actúen, permiten que surja el bosque. Al fin y al cabo, los bosques de nogales han existido desde hace mucho tiempo, mucho antes de que entendiéramos de dónde nacía un árbol, mucho antes de que nos planteáramos qué necesitaba para crecer, mucho antes de que supiéramos que el sol le alimentaba tanto como la tierra y el agua. El proceso se daba, se da y se seguirá dando desde dentro de la nuez: desde dentro hacia afuera.

Una nuez es una nuez y, hoy en día, con tanto descubrimiento, a veces olvidamos el potencial que alberga esa nuez en su interior. Es como si olvidáramos que la verdadera magia está en la nuez y diéramos todo el crédito al tipo de agua, al tipo de tierra, etc. y pusiéramos toda nuestra confianza en todos esos aspectos externos. Todos esos conocimientos y factores externos son geniales. De hecho, muchas veces nos ayudan a potenciar el crecimiento del bosque (un poquito de abono aquí, quitar unas malas hierbas de allá), pero no podemos olvidar que la magia sigue y seguirá saliendo de dentro de esa nuez.

Hay tantas cosas que podemos hacer para favorecer el proceso… Y es genial, no cabe duda. De pequeñitos hay que mimarles, cuidar que tengan sol y agua suficiente, pero nunca, nunca, nunca podemos olvidar que una nuez es una nuez y lo que lleva dentro es lo que acabará dando el gran bosque que buscamos.

foto sueñoUna nuez es una nuez…. Y una persona es una persona… Y un sueño es un sueño…

¿Qué ves cuando te ves en el espejo?, ¿ ves una manera de sobrevivir, un juego o ves tu potencial? Si una nuez tiene todo ese potencial por el hecho de ser nuez, ¿qué potencial crees que tienes tú?

 

Dejemos de sufrir por querer ser manzanas y no olvidemos nuestro potencial, ése que de manera innata tenemos: de estar sanos, de disfrutar, de aportar al prójimo, ¡de disfrutar de esta vida! ¿Y cómo? Pues como la nuez, siempre desde dentro hacia afuera. Dejemos de centrarnos tanto en los factores externos. Ayudan y mucho, pero son sólo factores que ayudan. Como en la nuez, la magia la tenemos dentro y sólo tenemos que dejar que salga. ¿Cómo? Simplemente siendo nueces, no manzanas: siendo quienes somos, descubriendo y aceptando cada parte, sin querer ser otra persona, estar en otro sitio, llegar a otra parte, disfrutando del momento presente, de cada oportunidad. Sólo así permitiremos que nuestro potencial salga.

Vivir de dentro hacia afuera no es siempre la manera más cómoda de vivir. Supone salirse de la norma, ser diferente, que te juzguen por ser nuez cuando todo el mundo está intentando convertirse en manzana, que nadie entienda por qué ves el bosque cuando únicamente tienes una nuez delante… «Eso no es ser realista, la vida no es así», te dirán. Pero, ¿qué tal le va a la gente que es realista y ve la vida supuestamente como es?, ¿a todos esos les veo felices con sus vidas? Pues no sé yo… Más bien les veo resignados, así que me quedo con mi versión. No será siempre lo más fácil porque supone sincerarse con uno mismo y hacer el esfuerzo de vivir en el ahora, pero será, sin duda, la manera más inspirada, conectada y aquella en la que la vida merece la pena. Al menos para mí.

Todos necesitamos recordatorios de vez en cuando, y un pequeño empujón. Cuenta conmigo 🙂 ¡¡Para eso estamos!!

¡Hasta la siguiente!

About This Author

Al terminar mi cuarto año de medicina tuve mi primer contacto con la quiropráctica, y al profundizar en su conocimiento encontré un nuevo sentido a todo.

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